Habia una vez un pingüinito que jugaba con el sol.
Era invierno y hacia mucho frio, el sol como era muy amigo del pingüino le daba rayitos de calor.
El sol se apenó mucho porque no encontraba a su amigo, asi dejo de dar calorcito a la tierra. Sus lágrimas la inundaron formando nuevos lagos y lagunas.
Hasta que un día el pingüino de nuevo apareció, ya no estaba solo, lo acompañaba una linda pingüina de larga y suave cabellera rubia. Asi le contaron al sol, y a las nubes y a la luna y a las estrellas y a quien quisiera escuchar, que habian estado construyendo una casita porque ahora serian una familia.
Desde ese dia el sol los ilumino aún con mas fuerza.
Autor: Miguel Uñates Dodda
Colaboracion: 5to "A"
el cuento esta re lindo soy agus <4
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